Cañazo, el destilado de estación.
- Erico De la Torre
- 5 de julio de 2024
El húmedo y cada vez más frío invierno limeño nos invita, como ya es costumbre, a hibernar, abrigarnos y a buscar en algún aguardiente ese calor que percibimos más distante que nunca en esta época del año, el cómplice perfecto para este ardid (*) es, sin lugar a dudas, nuestro marginado cañazo, bebida que se consume desde tiempos de la colonia en nuestro país y cuya mala reputación (**) defenderemos vaso en mano con algunos datos que son 100% verificables involucrándome así, también al 100%, a la romántica iniciativa que busca darle un giro de 180 grados a la castigada imagen que se tiene de nuestro cañazo.
- El cañazo es un destilado al igual que el whisky, ron, brandy, tequila, pisco, vodka, entre otros, diferenciándose entre ellos por:
– La materia prima utilizada (cereales, frutas, semillas, etc.)
– Si se añejan en barricas de roble, reposan o ninguna de las anteriores.
- Todos los destilados son aguardientes y se llaman así por su alta graduación alcohólica, por lo que sumando a los antes mencionados, el cogñac, gin, bourbon, grappa y cachaza son también aguardientes.
También conocido como yonque, shacta, huarapo o simplemente aguardiente de caña, merece en este blog la misma (o mayor por la estación) atención que cualquier otro aguardiente sobre los que he tenido oportunidad de escribir, les aseguro de que no hay destilado alguno que sirva mejor a nuestro abrigador propósito que nuestro versátil invitado, el cual puede disfrutarlo puro, en macerados, en cócteles fríos o calientes e inclusive con fines medicinales.
Dejemos los prejuicios a un lado, súmese a la campaña “salvemos el cañazo”, prometo una próxima entrega a la brevedad mas por ahora me despido con la satisfacción del “beber”cumplido.
(*) Malas noticias, el alcohol nos puede dar la sensación de calor más en realidad causa el efecto contrario, a tomarlo siempre en cuenta.
(**) Su mala reputación se debe a que es elaborado en su mayor proporción por una industria informal, sin regulación ni control lo cual favorece la adulteración de este producto.